Con toda seguridad, a esta altura ya te has dado cuenta que gran parte de los alimentos que consumimos llegan a nuestras manos en láminas de cartón. Los envases de cartón, no sólo son los más económicos para la industria de agroalimentación, sino que también aportan un factor fundamental; son menos tóxicos.
Esta es una de las razones de peso por las cuales las láminas de cartón siempre terminan en nuestra bolsa de mercado. No es casualidad que el jugo, el yogurt, la leche, los huevos, las galletas, los cereales, la charcutería y algunos productos semi terminados sean envasados en láminas de cartón.
La verdad es que el cartón es uno de los materiales resistentes y acolchados más económicos del mercado. Así, es más barato para la industria de alimentos usar láminas de cartón a la hora de envasar que vidrio, lata o plástico.
Pero, detrás está una razón quizás más fuerte. El cartón es menos tóxico. Las láminas de cartón desprenden muy poco de su composición en el producto final. Además, la pulpa del papel es menos tóxica que el plástico por ejemplo.
De esta manera, el cartón combina la ventaja de su “seguridad” cuando de empaquetar y distribuir alimentos se trata y un precio muy atractivo para el productor, que termina también teniendo un impacto positivo en el consumidor final.
De manera que, usar láminas de cartón para la producción y distribución de alimentos resulta más barato para la industria, y también resulta menos tóxico. Al ser seguro para el envasado de alimentos, las empresas también cumplen con los estándares de seguridad, establecidos en la Ley para la distribución de alimentos.
Ante la preocupación de muchos ciudadanos de, si comer alimentos en envases de cartón puede llegar a ser muy tóxico para la salud, la verdad es que es improbable.
A lo largo de la historia, el cartón ha estado presente en la distribución de alimentos., hoy en día, las láminas de cartón son sin duda alguna el material más utilizado a escala mundial para entregar alimentos, especialmente de consumo masivo como palomitas de maíz en los cines, botanas o tapas en la calle o inclusive las famosas cajas de cartón para pizzas.
Riesgos de químicos en el cartón
Ahora bien, quienes se han dedicado a estudiar los riesgos de ingerir alimentos que han sido distribuidos en cajas de cartón, han encontrado en el cartón toxinas como ftalatos, los hidrocarburos aromáticos, las benzofenonas o el bisfenol A. Sin embargo, no se ha comprobado que estos químicos pasen a los alimentos.
Las concentraciones de estas sustancias en el cartón pueden variar dependiendo del tipo de cartón y de cuan trabajado esté. Así, tienen más proceso químico los cartones reciclados que los cartones de primera mano, y son menos contaminantes los que están libres de pintura.
La concentración de estos compuestos químicos también varía considerablemente dependiendo de cada país. Hay países donde los estándares de control de materiales aptos para el traslado de alimentos son mejores y esto trae como consecuencia que las láminas de cartón tengan menos estándares de calidad.
Lo que sí es seguro es que, hasta la fecha, en todo el mundo se usa el cartón para colocar alimentos. Tanto en fiestas infantiles, como en lugares de entretenimiento y probablemente los compuestos químicos están en tan baja proporción, que no lleguen a causar daños en el organismo.
En el caso de las láminas de cartón reciclado para trasladar alimentos, en la mayoría de los países se solicita como norma para que el alimento esté apto para el consumo, que la tinta de impresión o los químicos para reciclar presentes en el cartón, se aíslen a través de una fina capa de plástico que recubre la lámina.
En reglas generales, el cartón es un material bastante seguro y versátil. Por supuesto, no debe ingerirse. Sin embargo, es un material seguro para el traslado de alimentos, siempre y cuando se cumplan en cada país los estándares de seguridad.